La Tercera
Gabriel Boric y su última Cuenta Pública:
¿Complacencia o resignación?

Presidente Gabriel Boric entregó su última Cuenta Pública al país.
El tenor de esta muestra un cambio relevante: tanto en el tono, como en el fondo, se aleja bastante de lo que fue el inicio de su gestión. Afortunadamente, y quizás producto de un amplio rechazo el proyecto constitucional que el oficialismo apoyó, el Presidente cambió de ideas y en esta cuenta pública puso los énfasis en lo que a los ciudadanos parece importarles más: la seguridad y el crecimiento económico, con sus naturales consecuencias de más oportunidades y empleos.
La Cuenta Pública en esto fue ambigua, porque muestra que se está afinando la puntería en el diagnóstico, pero transmite una cierta condescendencia con los resultados que el Gobierno exhibe.
De acuerdo a lo escuchado, pareciera que el país no vive una crisis de homicidios, como alguna vez nos expresaron sus propios ministros.
Se enfatiza en que se logró romper la tendencia al alza, olvidando que las cifras de los últimos años siguen siendo las más altas de la historia.
Un mensaje confuso sobre empleo y crecimiento
Algo parecido sucede con el empleo.
El Presidente Gabriel Boric se congratula que ha bajado la inflación, aunque reconoce que el desempleo sigue siendo alto.
No asocia que los mismos logros que enumera, todos proyectos que también han encarecido la contratación formal, han incidido de forma directa e indirecta en esa alta cesantía.
Junto con esto, y cómo ha sido la tendencia estos cuatro años, brillan por su ausencia aquellas medidas estructurales que permitan incentivar la contratación formal, más allá de la anunciada integración de subsidios existentes al empleo de mujeres y jóvenes.
Incluso, insiste en la negociación ramal como propuesta, aunque ésta decididamente contribuye a encarecer el empleo sujeto a contrato.
Quizás la única esperanza esté en el proyecto de Sala Cuna Universal, un proyecto heredado del gobierno anterior que pretende, entre otros objetivos, impulsar el empleo formal femenino.
En materia de crecimiento también el mensaje fue difícil de seguir.
Primero, nos dijo que la crisis era heredada y de larga data, sin por supuesto hacer el más mínimo mea culpa de su participación en el impulso de los retiros y el coqueteo de algunos de los suyos con el decrecimiento; para luego reconocer que los permisos sectoriales no dejaban avanzar a la inversión que, pese a ello, estaría, en sus palabras, llegando en tasas extraordinarias.
Por último, vuelve, por un lado, a la retórica de que nuestro modelo de desarrollo estaría agotado (omitiendo convenientemente los contornos del nuevo modelo que propicia), pero al mismo tiempo destaca que la minería es y será un componente esencial en él.
La única luz de esperanza parece estar en un proyecto de ley de “descarbonización acelerada” para facilitar proyectos de inversión solo en el sector de energía para sustituir la generación térmica.
Sin embargo, el anuncio carece de detalles y presenta inconsistencias con lo expresado por el ministro Marcel en cuanto a su urgencia y objetivo: mientras el ministro afirmó que ingresaría en dos semanas como una ley corta proinversión, el presidente lo postergó para el segundo semestre y lo presentó como una iniciativa para acelerar la descarbonización.
Habrá que esperar a conocer sus contenidos concretos.
Nada se dijo en la Cuenta Pública de las trabas para la inversión que derivan del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, solo generalidades sobre la necesaria compatibilización de los proyectos productivos con la protección del medio ambiente.
Tampoco se comprometió la reforma urgente al empleo público, ni aun con ocasión del escándalo nacional por el fraude de licencias médicas.
En esta materia, el Presidente volvió a la autocomplacencia al indicar que “contrario a lo que algunos esgrimen como pretexto para jibarizar el Estado, la institucionalidad pública chilena es robusta comparada a nivel internacional” y soslayó la importancia de las reglas e instituciones, para solo destacar la importancia del buen criterio en el actuar de los funcionarios públicos.
Es el turno de los candidatos
Una cuenta pública que parece ser sintomática de ciertas contradicciones internas.
¿Está el gobierno totalmente complacido con los resultados que se han tenido, con el cumplimiento de los compromisos programáticos y con el impulso que se le está dando al país?
En algunos pasajes de la cuenta, el Presidente Gabriel Boric parece asumir que lo realizado es suficiente, en otros, que falta mucho por avanzar.
Siendo su última cuenta al país y frente a la escasez de propuestas para enfrentar los desafíos de la modernización del Estado, del impulso del crecimiento económico y del empleo formal, es claro que lo que se nos pide es resignarnos a lo que se hizo hasta ahora.
Ahora el desafío deben tomarlo los candidatos y las candidatas, serán ellos los que deberán hacer las propuestas.
Juan Francisco Galli
Abogado y político chileno (RN).
Director Ejecutivo PIVOTES.