Ex-Ante
Juan Luis Ossa, asesor de Matthei:
“La principal urgencia es enfrentar el crimen organizado y la inmigración ilegal”
Juan Luis Ossa, historiador y coordinador programático de la candidata presidencial Evelyn Matthei, conversa con En Foco, el programa del centro de incidencia pública Pivotes, sobre los acentos de la campaña que recién se inicia. Adelanta que preparan una propuesta para la reforma al empleo público orientado hacia “un servicio civil que perdure en el tiempo”; dice que de ganar la presidencia no les temblará la mano “para decir si el Seremi A o B está demorando un permiso”, a la hora de agilizar inversiones y terminar con la llamada permisología; y se plantea a favor de revisar algunas de las políticas laborales aprobadas en el actual gobierno que estarían encareciendo la contratación.

-¿Cómo ves el ambiente de campaña de Evelyn Matthei en medio de las primarias oficialistas?
-Estamos cada vez mejor, en el sentido de que nos estamos ordenando. Los partidos están muy comprometidos con la candidatura y con la campaña. Además, ahora vamos a llevar el programa a las regiones con una plataforma de participación ciudadana que nos tiene sumamente entusiasmados. Y me da la impresión que a partir de junio-julio se va a ir generando un ambiente que no hemos visto todavía.
-Hay temas que son ineludibles, la seguridad, la inmigración, el crimen organizado, pero ¿qué otros ejes planean incluir?
-Hemos hecho varios estudios cualitativos y cuantitativos y nos arrojan que la principal urgencia es enfrentar el crimen organizado, enfrentar la inmigración ilegal. Ahora, al mismo tiempo, pareciera haber una crisis de seguridades y no únicamente de seguridad pública. La inseguridad de llegar a fin de mes; la inseguridad de que los niños aprendan a leer, para lo cual tienen que ir al colegio primero; la seguridad de que te van a atender a tiempo y tu madre o abuelita no se va a morir esperando ser atendida en un hospital. La seguridad de que vamos a volver a crecer.
-El escándalo de los 25.000 funcionarios públicos que viajaron fuera de Chile con licencia médica, ha puesto de manifiesto la necesidad de plantear reformas en el Estado ¿cómo planean abordarlo?
-Es verdaderamente escandaloso lo que ocurre con las licencias médicas, no hay ninguna duda. Pero al mismo tiempo el problema obedece a una cuestión mucho más profunda sobre cómo estamos concibiendo al Estado y cuál debe ser el papel del Estado en una sociedad compleja como la actual. A mí la discusión sobre más o menos Estado siempre me pareció absolutamente bizantina. Porque la respuesta en realidad es depende.
¿Se requiere más Estado en Chaitén que en Vitacura? Sin duda. Por eso, la pregunta yo creo, es más bien qué tipo de Estado queremos y dónde vamos a poner las fichas para que mejore la calidad del servicio público. Y creo que este gobierno no está particularmente interesado en esa pregunta porque lo que le interesa es que haya más Estado sin importar lo que pase. Creo que en eso está equivocado.
-¿Tiene contemplada la campaña de Evelyn Matthei incorporar en su programa una reforma el empleo público?
-Es una preocupación muy alta en los equipos y creo que pronto van a haber noticias. Lo que puedo adelantar es que el país requiere una suerte de servicio civil que perdure en el tiempo, que no dependa de la contingencia gubernamental cada cuatro años. Un poco lo que ocurre en Estados Unidos y en Inglaterra, porque de otra forma el Estado se confunde demasiado con el gobierno y no son lo mismo.
-¿Puede ocurrir eso con el marco normativo que tenemos?
-Ese marco en algún minuto hay que hay que transformarlo, no me cabe ninguna duda. Y creo que hay una cierta legitimidad social para hacerlo. Luego de las licencias médicas y de las corruptelas que hemos estado viendo.
-Hay otro tema que tiene que ver con el crecimiento y cómo revitalizar la inversión. ¿Qué diagnóstico tienen ustedes ahí y qué hacer para poder crecer más?
-El diagnóstico es que el país está estancado. Se le han puesto demasiadas vallas, a la inversión y al crecimiento, con lo cual no hay buenos salarios, la informalidad ha ido en aumento y ha disminuido la posibilidad de llegar a fin de mes de buena forma. Si no se resuelve ese problema con urgencia, nos podemos ir a la próxima división. Hemos ideado un plan para sacar el país adelante destrabando lo máximo posible todo lo que tiene que ver con permisología.
No nos va a temblar la mano para decir que ahí hay un problema, o si el seremi A o B no está actuando de buena forma o se está demorando más en entregar el permiso adecuado. Todo lo cual obviamente que debe ir acompañado de un pacto de desarrollo que fomente todas nuestras industrias. Y no hablo solo de minería, creo que hay una gran oportunidad de que el país se vuelva una potencia agroalimentaria, por ejemplo. El mundo acuícola en el sur del país está amenazado por diversas ONG y por la ley Lafkenche, que son todas normativas que van en contra de inversión.
-¿Qué van a hacer en concreto?
-Lo que buscamos a partir de marzo es dar una señal muy clara al mercado y a la inversión. Una es que vamos a ser muy estrictos con el gasto público. Este gobierno nos va a dejar, calculamos, unos 12 mil millones de dólares en déficit fiscal. Y si nos seguimos endeudando no solo la deuda crediticia va a ir aumentando, sino que la legitimidad del sistema se va al suelo porque los inversionistas necesitan certeza, necesitan saber que el país donde están invirtiendo no se va a gastar la plata en cuestiones que no valen la pena. Entonces, vamos a tener que hacer una racionalización del gasto, sin duda.
Y al mismo tiempo, vamos a introducir un proyecto de ley para bajar los impuestos, corporativos del 27% al 23% en una primera etapa, con el objetivo de llegar al 18% en diez años.
-En materia de empleo, vemos cómo la desocupación crece, ¿hay alguna medida para fortalecer el empleo y sobre todo el empleo formal?
-Uno podría decir que hay 1 millón de desempleados, eso es más o menos lo que está ocurriendo en Chile, para no hablar de la informalidad que está absolutamente desatada. Vemos una correlación directa entre la inversión, el crecimiento y el trabajo (…) y vamos a fomentar el empleo formal y lo vamos a premiar también. Nosotros somos partidarios de que las transferencias directas premien al empleo formal.
-Ha habido también políticas que han encarecido la contratación en los últimos cuatro años. Sueldo mínimo, las 40 horas, son medidas loables, pero tienen costos. ¿Hay que revisarlas?
-Efectivamente, como señalas, han habido ciertas reformas que le ponen trabas al empleo formal. Y si nosotros realmente queremos incentivar el empleo formal, bueno, entonces vamos a tener que revisar algunas de estas políticas que se han aprobado.