No es legítimo

Señor director:

El comunicado del Colegio de Profesoras y Profesores expresa «su total y absoluto rechazo» al proyecto que busca declarar la educación escolar como servicio esencial. Fundan su rechazo en la urgencia de mejorar las condiciones de directivos, docentes y asistentes de la educación. La idea de que para avanzar en esas mejoras y en el marco de la organización sindical sea legítimo paralizar las clases y afectar gravemente a los niños, no parece razonable. En un país donde las brechas educativas son profundas y persistentes, cada día sin clases —por paralizaciones u otras razones cada vez más recurrentes— profundiza la desigualdad y afecta especialmente a quienes más necesitan del sistema escolar. La defensa de los derechos laborales de los trabajadores de la educación debe ser consistente con el fin último de su labor y con la necesidad de asegurar la continuidad del proceso formativo. Declarar la educación como servicio esencial debe entenderse como el reconocimiento de la centralidad que tiene la continuidad educativa para el presente y el futuro de los niños, niñas y adolescentes del país. La defensa o búsqueda de mejores condiciones laborales no puede ejecutarse amenazando el futuro de los niños, niñas y adolescentes; por el contrario, ese es el bien a proteger antes que ninguno.