El Mercurio

Hagámonos cargo de la justicia

Por: José Antonio Valenzuela, Sebastián Soto, Ramiro Mendoza, Diana Aurenque y María Jaraquemada

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Señor director:

A principios de junio se llevó a cabo la primera elección general de jueces en México, donde la ciudadanía mexicana eligió a 2.681 jueces y magistrados nacionales y locales. Fue un ejercicio inédito en el mundo, que implicó la elección por sufragio de las más altas magistraturas. Tan solo un 13% del padrón electoral participó en esta votación que le dio el control del Poder Judicial al partido oficialista Morena, que consolidó su dominio sobre los tres poderes del Estado. Se trata de un debilitamiento de la independencia judicial en México, pilar sobre el que se estructura el sistema de controles de las democracias modernas.

Convocados por el Centro de Incidencia Pivotes, los abajo firmantes participamos de cinco foros con el objetivo de pensar en maneras de revalorizar lo público. En ellos concordamos ciertos diagnósticos sobre la crisis de nuestra institucionalidad pública, en particular de nuestro sistema de justicia. Del debate emergieron propuestas, entre ellas la modificación del sistema de nombramientos de jueces y juezas para fortalecer la independencia e imparcialidad tanto interna como externa del Poder Judicial, piedra angular del Estado de Derecho.

En Chile la confianza en el sistema de justicia es baja. Según la OCDE, solo uno de cada cuatro chilenos tiene una confianza “alta o moderadamente alta” en los tribunales y el sistema judicial. Y es en materia de justicia donde tenemos la mayor brecha de confianza respecto de los países miembros: los niveles de confianza OCDE son 29 puntos porcentuales mayores a los que existen en Chile.

En tiempos de definición presidencial, es urgente que quienes aspiran a dirigir el país propongan reformas concretas que permitan que el sistema de justicia recupere la confianza ciudadana. Una reforma al sistema de nombramientos judiciales que refuerce su transparencia y fomente el mérito es fundamental para revalorizar lo público y evitar soluciones que terminen generando problemas aún mayores como la experiencia de México.

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