EL MERCURIO

Lo que subyace a Democracia Viva

Por: Bernardo Larraín

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Señor Director:

El debate sobre el caso Democracia Viva en la Región de Antofagasta se ha centrado, comprensiblemente, en el traspaso directo de más de 400 millones de pesos de recursos públicos desde una seremía dirigida por un militante de Revolución Democrática a una Fundación recién formada por otro militante del mismo partido, que además oficiaba de asesor del Ministerio de Defensa. Ambos eran cercanos a una tercera militante de la misma tienda: la diputada que representa a esa región.

Lo que subyace, sin embargo, merece tanta o más atención que lo anterior: la total libertad y discrecionalidad con que los gobiernos designan personas políticamente cercanas, no solo en ministerios y gabinetes, sino además a lo largo y ancho del Estado, siguiendo la “amable y desinteresada” recomendación de los parlamentarios de su coalición política.

Es imperativo terminar con esta cancha libre modernizando el régimen de empleo público y fijándole límites estrictos al alcance de los funcionarios de confianza. El diagnóstico, las soluciones y los anuncios están hace décadas. Lo que brilla por su ausencia ha sido la voluntad política.

La nueva Constitución es una oportunidad de oro para romper la inercia. Por esto en Pivotes ingresamos una iniciativa popular de norma que promueve un Estado moderno al servicio de las personas (que hemos llamado “Por un Estado sin Pitutos”), para que este desafío entre con fuerza al Consejo Constitucional. Súmate.

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